¡Supercalifragilísticos saludos, Piticlers!
En una escala de uno (muggle semao) a diez (Merlín con esteroides), ¿Cómo os sentís hoy? Espero que de notable alto por lo menos, porque la gacetilla de hoy se tiene que recibir con los brazos mágicos abiertos.
Supongo que no sería cosa mía sólo, que muchos de vosotros tendríais sentimientos encontrados con la idea de tener a Mary Poppins de vuelta; independientemente de si somos fans del personaje o no, todos tenemos /tenéis el personaje lo suficientemente arraigado en el imaginario colectivo (me encanta ponerme pedante) como para que, cuanto menos, seamos escépticos con su retorno.
Que si será una buena historia... Que si Emily Blunt dará la talla... Pues bien, creo que a estas alturas ya podemos decir (al menos puedo decir, si se me permite, y si no también) que el resultado es altamente satisfactorio.
Ya no sólo que el argumento sea sólido y perfectamente creíble, a la par que consecuente con su "madre"; que los números musicales no sean copia, pero sí que se vean paralelismos (no hay pingüinos, pero sí. Hay dibujos Disney, pero de otra manera. Nos movemos por el techo, sí, pero con otra cosa), ni que Emily Blunt consiga una pose prácticamente perfecta, donde se nota amor y respeto por partes iguales.
Esta peli es un SÍ, así, en mayúsculas, a la pregunta (lógica y lícita por otra parte) de "¿Hacía falta?". Partamos de la base de que esto es una industria. Del entretenimiento, sí, pero una industria al fin y al cabo.
En muchas ocasiones falta de ideas y de riesgo, así como de falta de respeto por sagas y personajes. Pero cuando se plantea una historia así, sabiendo de dónde viene y a dónde va, y con su sentido y razón de ser, bienvenidas sean segundas partes (o continuaciones, mejor dicho) así.
Nos vemos cuando se apaguen las luces!