RELOGIK ESCAPE ROOM
¡Saludos, Piticlers! (mientras hacemos el saludo secreto ese que sólo nosotros sabemos, que dice que somos guays y cool)
Aquí volvemos con la parada vespertina en nuestro primer día de esta ruta preveraniega alicantina, para contaros lo que vivimos visitando el exclusivo Relogik Escape Room para jugar Level y ver si somos merecedores de ser miembros de La Sociedad K. Alisaos bien la túnica, tened en mente la palabra de seguridad y vamos con nuestros Iluminados parámetros.
TRATO:
Nos presentamos humildemente ante los 3 PUNTICLIS.
Un acercamiento más que correcto, sobre todo en una charla post-juego de las que no quieres que acaben, donde hablando con la pareja que son la mente y el corazón de Level, mientras nos hablan de “la criatura”, notas que son gente que vive y respira esto.
AMBIENTACIÓN:
Nos comienzan a preparar para el ritual de iniciación con 3 PUNTICLIS.
Este siempre es un apartado en el que nos gustaría poder puntuar más, ya que nos da la sensación (siempre desde nuestra percepción de “jugador-egoista-que-siempre-quiere-más-aunque-no-tenga-claro-qué”) que el hecho de pertenecer a una logia secreta podría dar un poco más de sí. Si bien es igualmente cierto que el ambiente que se crea al “entrar” cumple adecuadamente con la misión de predisponerte a lo que vas a encontrar.
ATREZZO/DECORADO:
Recitamos el Juramento de los 4 PUNTICLIS.
Todo en consonancia con la idea de que no va a ser nada fácil pertenecer a esta Sociedad, lo que vas viendo y sus distintas transiciones te llevan a un estado de “uyuyuyuyuy...” constante que consigue un ambiente genial para el juego y sus enigmas desde el minuto uno y que se genere más tensión que la que tenía Bamby en el incendio.
JUGABILIDAD:
Recibimos nuestra acreditación (después de pagar 5 PUNTICLIS).
Cuando no tienes muy claro si han creado el ambiente en el que estás para ese/esos juego/s o viceversa, es que algo han hecho bien. Al menos así lo vemos nosotros, porque en este caso estos dos últimos parámetros van tan de la mano que casi no se pueden diferenciar y haciendo que, quitando un leve enganchón al principio, el resto del juego nos mantuviera con el culete apretado realizando pruebas de todo tipo y bien hiladas, con lo que el disfrute fue mayor.
En definitiva, una sala que creemos que debe ser visita obligada para cualquier escapista que pase por el Sur de La Terreta, un buen rato asegurado.
No queremos despedir esta vuestra review sin dedicarla al equipaso pareja de Relogik (que sigáis así de bien), a los extras de la escena de las máscaras en Eyes Wide Shut (no eres sólo un extra, encima te ponen máscara para que se te reconozca menos), a Los Canteros de Los Simpsons (no ha habido ni habrá sociedad secreta más maquiavélica) y al Club de los Cinco (y no, no nos referimos a Izquierda Unida).
¡Hasta la próxima, Piticlers!