Bon apetit, Piticlers!
Aquí volvemos con otra de nuestras reviews que, si bien no llenan el estómago, salpimentan los ratillos ociosos que podáis tener y la curiosidad por este mundillo tan glotón de los escape rooms. Hoy queremos ofreceros un plato único consistente en nuestra visita a In Time Santa Pola, recién reabierta con su nueva gerencia y lo bien que allí lo pasamos. Así que anudaos la servilleta al cuello como hacía vuestra abuela, tened el pan bien a mano para mojar y vamos con nuestros degustadores parámetros.
TRATO:
Nos sacan el menú, que consta de 4 PUNTICLIS.
Siempre es un placer tratar con gente que se nota que le gusta y se implica en lo que hace. Y eso se nota, desde los primeros contactos a la hora de reservar como en el post-juego (y más allá) que hubo tras la partida. Son cosas que hacen que el disfrute no se limite sólo a la partida en sí, también a todo lo que la rodea. Y eso es muy importante.
AMBIENTACIÓN:
La olla en la que nos meten es tan grande como 3 PUNTICLIS.
Resultona y consecuente con lo que tiene que contar y el espacio y lo que se dispone para ello. Cierto es que a estas alturas igual esperamos algo más de este apartado, pero igual de cierto es que aquí cumple su cometido más que adecuadamente.
ATREZZO/DECORADO:
Nos preguntan si estamos en la lista de alérgenos de 4 PUNTICLIS.
No puedes por más que creerte que estás donde te dicen que estás; espacios muy bien aprovechados y con unos acabados hechos con cariño, rigor y “hand-made” pero muy pulidos que, salvo algún detalle y rincón que podría mejorarse, te da la sensación de ser la mejor versión de Dora la Exploradora, Adult Version.
JUGABILIDAD:
No nos dan Estrella Michelín, pero nos quedamos con los michelines y 5 PUNTICLIS.
Acertijos y juegos creados y ambientados para el juego y por el juego (enlazando también con lo “hand-made” dicho anteriormente, de todo tipo, por lo que todos los miembros del equipo pueden contribuir a salvar al mismo y una sensación de fluidez que, al menos en nuestro en caso, fue constante, trepidante y algo más que se os ocurra que acabe en –ante, lo que hizo que jugáramos (al menos ese día) como Diosas del Olimpo Escapista e hiciéramos el récord de la sala en 48 minutos lo cual no desmereció para nada esa sensación de fluidez de la que os hablamos.
En resumen, una sala muy divertida y amena de la que guardamos un grato recuerdo y que estamos seguro de que también lo guardaréis, cuando la juguéis.
No queríamos despedir esta vuestra review sin antes dedicarla al equipo de In Time Santa Pola (toda la suerte del mundo con este y los otros muchos proyectos), a los que seguís pensando que Holocausto Caníbal fue real (Hitler sigue vivo, también), al equipo de rugby uruguayo de Viven! Y a quienes pensamos que Hannibal Lecter es un héroe incomprendido.
¡Hasta la próxima, Piticlers!