MOMENT ESCAPE
¿Queréis jugar a un juego, Piticlers?
Qué gustico encontrarnos de nuevo por estos lares, después de casi tres meses en el dique seco por toda esta situación, que no parece que tenga ganas de irse. Aquí volvemos. Y volvemos por la puerta grande, con un juego al que teníamos más ganas que Cenicienta de seguir de fiesta pasadas las doce, que es Saw: La Fábrica, de Moment Escape. Una sala que acaba de superar su año de vida y que esperamos de corazón que se haga vetusta como un buen vino, como a todas las demás. Y ya sin más, engrasad bien las ruedas del triciclo, echaos un poco de propóleo para cuidar la voz y vamos con nuestros juguetones parámetros.
TRATO:
Se nos engatusa para bajar la guardia y confiarnos con 4 PUNTICLIS.
No hay discusión. Guillermo, alma y corazón de Moment escape, sabe muy bien cómo hacer las cosas y las hace porque las disfruta y quiere hacerte disfrutar, y eso no tiene más remedio que transmitirse ya desde el previo al juego y, por supuesto, el post. Y el post del post. Más a gusto que en brazos.
AMBIENTACIÓN:
Nos despertamos con un dolor de cabeza de 3 PUNTICLIS.
Aquí es donde nosotros encontramos no el punto flaco, pero sí el menos favorecedor. Partimos de la base de que cada sala hace las cosas como ha querido construirlas, para hacer una “marca de fábrica” identificable. Y la manera en cómo te reciben y ponen en situación en Moment es un claro ejemplo de ello. Pero nosotros entendemos que una sala de estas características y temática quizás ganaría mucho más con una puesta en situación no ya diferente, es que la vimos casi inexistente para lo que la historia y lo que va pasando dentro (en nuestra opinión) merecería. Eso sí, agudicen el oído, que los más gafapastas del lugar igual se llevan una sorpresa. ;-)
ATREZZO/DECORADO:
Reconectamos la electricidad con 4 PUNTICLIS.
No hay ninguna duda de que en todo momento te crees dónde estás; logradísimo y conseguidísimo, la esencia de la sala te rodea (a veces literalmente) y hace que ya se te olvide esa “falta” de puesta en situación que se pueda echar de menos al principio. Si no hace pleno aquí, es porque precisamente al ser la temática y la decoración que es, sin desmerecer para nada el gran trabajo que tendrá detrás, hace que sea quizá su propia peor enemiga al ser tan “monotemática” (si esa es la palabra).
JUGABILIDAD:
Aprendemos la lección (¿Verdad?) con 5 PUNTICLIS.
En relación al punto anterior y muy a favor de él, no se sabe dónde acaba el atrezzo y empieza el juego/enigma/puzzle o viceversa, todo integradísimo y en una consonancia brutal (e indolora, gracias a Dios, jejejej) con la temática del juego, originales, pensados y con su grado justo de dificultad, además de ofrecer un montón de oportunidades a todo el equipo para brillar en momentos puntuales y colaborativos.
En resumen, una sala entretenidísima en la que no tenemos que buscar el gore/terror/casquería de las películas, pero sí su espíritu y ambiente que te mantiene más tenso que el cable de la tirolina y que hará las delicias de jugadores por doquier.
No queremos despedir esta vuestra review sin antes dedicarla a Guillermo y a todo el equipo de Moment Escape (muchas gracias por todo y a por muchos cumpleaños más), a los que habéis vuelto a escapar nada más se dijo “¡Ya se vale!”, a quien haya visto todas las pelis de la saga Saw con la misma ilusión que la primera y a todas las salas que habéis vuelto a la lucha después de este segundo asalto. Os queremos y os deseamos lo mejor.
¡Hasta la próxima, Piticlers!