Propicios días, piticlers 8mm.
Hoy nos volvemos a encontrar después del parón veraniego (de escribir, no de ir al cine, ya tú sabeh) para hablar un poquete del último (¿Y fallido?) intento de catapultar al éxito a una saga tardo-adolescente.
Creo que ya va bien, ¿No? Un poquito de por favor. No conocía la saga de libros de Alexandra Bracken antes de saber de la peli pero, aún partiendo de la base de que el 99% de las veces el libro le da un backslap a lo Rocknrolla a la película, de verdad que espero que en éste caso los libros tengan más (al menos algo de) espíritu que la película. Y hasta aquí hablar de la peli. Porque lo que creo que aquí (me) importa no es lo mala o lo buena que pueda ser, que no lo es; o lo mucho o poco que entretenga, más bien tirando a "bueno, ya que he pagado...".
Se trata de la falta de ideas, o de riesgo, o sobre todo de respeto hacia el espectador medio en general y al friki en particular. Se da por hecho que todo lo que tenga un mínimo tufillo a Los Harry Potter del Hambre ya es carne de taquilla. Y ojalá, pero no.
Desgraciadamente tenemos más ejemplos fallidos que acertados, últimamente. Las ideas se pierden en Laberintos Divergentes con el Número 4 en la puerta de Miss Peregrine, preguntando por Eragon... y Mentes Poderosas es el último ejemplo.
Me extrañaría que viésemos una segunda parte, y eso es lo que me molesta. Parece que hacen estas películas sabiendo que morirán jóvenes. Al fin y al cabo, poco importa. Siempre nos quedará la esperanza de los libros en los que están basadas, que encontremos un mínimo entretenimiento en ellas y que alguna vez se vuelva a ver la chispa del riesgo y/o de hacer las cosas bien.
Compartidme por aquí vuestra opinión de la peli, así como de todas las otras sagas.
Un saludo, Piticlers! Nos vemos cuando se apaguen las luces