THE HOTEL ESCAPE
Atención, Piticlers!
Mucho tiempo llevábamos detrás de la invitación para este evento exclusivo que lanza, como los buenos eclipses, muy de cuando en cuando, el equipo de The Room Escape consistente en un Escape Room dentro de una habitación real de un conocido Hotel de la ciudad.
Por fin, los astros se han conjurado y hemos sido convocados, pero antes de empezar todo, dejad vuestras maletas, coged el albornoz y las zapatillas del hotel, sintonicemos los canales extranjeros de la TV y vamos con nuestros habituales parámetros.
Vaya por delante que ésta review está escrita, como todas, a tenor de nuestra propia experiencia personal, que ya adelantamos que no fue del todo satisfactoria, y siempre desde el respeto y el cariño, más aún si cabe con los profesionales de The Room Escape con los que unen muchas cosas. Lo que no nos acabó de convencer en nuestra visita no tiene, ni mucho menos, que condicionar futuras sesiones de amigos Piticlers que decidan aventurarse con el Virus.
TRATO:
Concedemos 3 PUNTICLIS.
Tuvimos una cordial experiencia, tanto en el inicio, como en el transcurso del juego, pero bien es cierto que no con el grado de excelencia al que estamos acostumbrados a recibir por parte de la gente de The Room Escape, sobre todo en el postjuego; pero como dijo el Maestro Matt Groening: “Lo difícil no es llegar, sino mantenerse”. Aun con todo esto, aprueban este apartado.
AMBIENTACIÓN:
Obtienen una puntuación de 3 PUNTICLIS.
Puede resultar complejo ambientar un escape itinerante, más en un escenario real como es la recepción de un Hotel, donde la actividad no cesa; No obstante, quizás este hecho también podría utilizarse, precisamente para conseguir el propósito buscado si se sabe cómo.
Nosotros, nos encontramos con una presentación y explicación de las normas y funcionamiento, y fue un vídeo creado para la ocasión, el que nos introdujo en la trama de la historia, de una forma correcta.
ATREZZO/DECORADO:
De nuevo, Consiguen 3 PUNTICLIS.
Bien es cierto que la temática “virus” está ya algo gastada en el mundo escapista y es muy difícil sorprender en este sentido. Si a esto sumamos que el juego transcurre por completo en la habitación de un Hotel que no puede sufrir fuertes modificaciones, el resultado es un decorado que cumple con lo que promete.
JUGABILIDAD:
Finalizan con 3 PUNTICLIS.
En este punto, queremos recalcar que nosotros valoramos nuestra experiencia personal, que vivimos aquel día en concreto y que, para nada tiene que ser igual que la que se viva el día de antes o el de después. Recordado esto, comentaremos que nosotros tuvimos muy mala suerte en nuestra experiencia, y sufrimos un percance que hizo que se nos acabase estropeando el juego.
La partida, iba transcurriendo bastante dinámica y nos mantenía más enganchados que un Yonki con pasta, pero llegando a la recta final del juego, en pleno Clímax, un elemento no funcionó y tuvimos que parar, e ir en busca de las Game Master.
El problema es que el juego transcurre sin Game Master al uso, sino guiados por una app de una tablet, cosa que está muy bien por la originalidad y es todo muy intuitivo, pero debido a ese percance que hizo que algo en la habitación no funcionara como es debido, nos vimos “compuestas y sin novio”.
Nos era imposible comunicarnos con alguien, no se podía detener el tiempo, aunque sabíamos que la solución a lo que teníamos delante era la que sabíamos desde un principio, pero por no funcionar bien fuimos gastando pistas (que restan ranking al juego, como nos explicaron en las normas) y al final uno de los integrantes del equipo tuvo que salir al hall de hotel, a buscar a las Game Másters, quienes no pudieron solucionar el problema ni parar el tiempo “a tiempo” (valga la rebuznancia), con lo que acabamos por no poder completar la aventura. Y aunque la hubiéramos completado, ya estábamos totalmente fuera del juego.
Son cosas a tener en cuenta. Debería haber algún tipo de “botón del pánico”, virtual cuando se utilizan este tipo de soportes.
Para finalizar, sólo nos quedaría cerrar nuestra review, a: El equipo de The Room Escape (como nunca nos cansaremos de decir, una mala tarde la tiene cualquiera, y siempre reconoceremos y recomendaremos a quien quiera preguntarnos a estos máquinas del escapismo), al emblemático Hotel Overlook y al doblaje de Verónica Forqué, a las blancas y ásperas (a partes iguales) toallas de hotel, a l@s señor@s del imserso que saquean el buffet libre del desayuno, y a los chistes de Jaimito que tanto nos hicieron reír.
UN SALUDO, PITICLERS!!!