¡Abracadabra, Piticlers! Hacemos ¡Chas! y aparecemos a vuestro lado una vez más para traeros la crónica de la maravillosa aventura que el grupo Piticlis Paranoicos, formado por esos benditos locos de CodeXcape Valencia y La Fuga de Piticli, vivimos en EnigmaPark Elche con su genial sala El Misterio de Houdini. Que mejor que escapar del mayor escapista de la historia, ¿Verdad? Una sala que nos dejó con más dolor de pómulos debido a la gran sonrisa que teníamos al acabar que las ayudantes de magos durante toda la función. Meteos el as en la manga, el conejo donde podáis, aguantad la respiración y vamos a ello.
TRATO:
Se abre el número con 4 PUNTICLIS.
Muy buen rollito desde el momento de abrir la puerta, durante la ambientación (que luego hablaremos), post juego y luego en los días posteriores a través de las redes sociales. Más a gusto que Juan Tamarit con un violín de verdad. Y todo eso aderezado con un gusto impecable.
AMBIENTACIÓN:
Atrapan nuestra atención con 5 PUNTICLIS.
Como nos gusta. Desde que se abre la puerta, ya estamos jugando. Una inmersión estupenda, bien hilada con las explicaciones propias de un escape y los datos históricos (y reales) de la ambientación y, repetimos, con un gusto exquisito. Nos deja con mejor sensación que cuando David Copperfield le dijo el “sí, quiero” a Claudia Schiffer.
DECORADO/ATREZZO:
Nos emocionan y divierten con 5 PUNTICLIS.
¿Hemos dicho algo ya sobre el buen gusto? Ya nos extrañaba, porque si hay algún punto en el que esto se hace patente, es aquí. Todo, y nos referimos a TODO, está pensado y trabajado (y construido por ellos, ojo cuidao) para ir en consonancia con la temática y permitir que la inmersión sea incluso mayor y mejor. De las salas que dan ganas de dejar que pase el tiempo, sólo disfrutando de lo que en ella hay y de cómo suceden las cosas. No podemos por menos que quitarnos la chistera con conejo incluido, en señal de respeto.
JUGABILIDAD:
Y arrancan los aplausos del público con otros 5 PUNTICLIS.
Juegos y pruebas que permiten el lucimiento en uno u otro momento de todos los miembros del equipo, ya sea colaborando o en solitario, y que van en consonancia con todo lo relatado anteriormente, con lo que la sensación de conjunto es prácticamente impecable.
En definitiva, una de las salas más bonitas y entretenidas que estos humildes Piticlis han tenido la fortuna de jugar, que recomendaremos siempre a cualquier aprendiz de mago escapista que tenga a bien escucharnos.
No queríamos despedir esta vuestra review sin antes dedicarla al equipo de EnigmaPark Elche (una vez más, nuestra enhorabuena), a CodeXcape Valencia por propiciar la rutilla ilicitana (sois más bonicos que las pesetas rubias), a todos aquellos que alguna vez hemos hecho lo de la lengua por dentro del moflete de “¿Dónde está la pelotita?” y a los que creemos en la magia.
¡Hasta la próxima, Piticlers!