¡No pares, sigue, sigue, Piticlers!
Bienvenidos a nuestra fiesta sin invitación en la que os vamos a hablar de la que sería la penúltima parada en nuestra ruta con los bonicos de Codexcape y nuestra fusión Piticlis Paranoicos, visitando La Fiesta Erasmus de Mutant Escape. Una gamberrada simpatiquísima y muy entretenida con la que disfrutamos más que Eli Roth con el bate en Malditos bastardos. Así que poneos la camisa hawaiana, coged vuestro carné falso y la Vitamina B12, que vamos con nuestros estudiosos parámetros.
TRATO:
Dile a tu madre que vamos a estudiar juntos y que volverás con 4 PUNTICLIS.
Más bonicos que un bebé recién bañao. Así es el equipo de Mutant Escape, con el que tuvimos muy buen feeling y una charla post-juego con risas, anécdotas y proyectos futuros (de los que no podemos estar más excitados) de lo más entretenida y que le puso el azúcar a todo el borde de tu vaso de San Francisco. Así da gusto.
AMBIENTACIÓN:
Te vacías todo el bote de Axe y el enjuague bucal, que te ha costado 4 PUNTICLIS.
Recibimiento y “puesta en situación” muy acorde con la dinámica de la historia, aprovechando lo que sería el empezar típico de entrar a una sala de escape para introducirlo ya en el juego. Un movimiento “smart” que hace que ya estés listo para (casi) cualquier cosa, además de no poder parar de bailar.
ATREZZO/DECORADO:
Nos metemos para que hagan relleno 3 PUNTICLIS en los pantalones o sujetador.
Siendo más que correcto todo lo que ves y cómo y dónde lo ves (incluso con algún giro notable), no podemos evitar la sensación de “ésto ya lo he visto”, lo que hace que, en nuestra opinión, pensemos que pueda ser un punto del que se pueda sacar aún más pasta de dientes del tubo, llevándolo más a su terreno. Aún así, como decimos, cumple con creces.
JUGABILIDAD:
Entramos (o salimos, ya no se sabe porque vamos del revés) con un estilazo de 4 PUNTICLIS.
Juego fluido, con bastantes cosas que hacer para todos y una dinámica de las de ir con el culo apretao (quizá demasiado) y muy bien integrado (literalmente) en la historia, hacen que sea muy disfrutable.
En definitiva, una sala de las que nos gustan, con “plot twist” no por esperado menos agradable, para ir con la mente abierta y dispuesto a reírte de uno mismo. Y de tus compañeros. Pasaréis un muy buen ratejo.
No queríamos despedir esta vuestra review sin antes dedicársela a los majetes de Mutant escape (gracias por todo, qué ganitas de poder veros de nuevo lo más pronto posible), al Ron Almirante (para el estudiante), a los que viven justo encima del pub de moda, a los bares que no se ponen ni rojos de servir paella a las siete de la tarde y a los erasmus que se les ve de noche mejor que de día, porque se han quemado en la playa.
¡Hasta la próxima, Piticlers!