El perro de San Roque no tiene rabo, Piticlers!
Abrochaos bien la gabardina y calaos el sombrero de ala, que viene fresco. La División Theatre & Friends de La Fuga de Piticli ha sido convocada una vez mas para visitar esta vez a los amigos vitorianos de Password Room Escape y su sala El Caso Vasiliev, de la que no pudimos salir victoriosos por unos minutitos de nada. Lo cual no empaña para nada el buen ratejo que hemos pasado. Acompañadnos en este juego de espías!
TRATO:
Se descubren con 4 PUNTICLIS.
Muy cercanos y atentos, desde los contactos previos hasta el post-juego, sin prisa por dejar de comentar cosas. A destacar el buen hacer de Ohiana, nuestra Game Máster bilingüe, que realizó una labor que ni el secretario personal de Villarejo.
AMBIENTACIÓN:
Se ganan sus 3 PUNTICLIS.
Volvemos a, lo que a nuestro parecer, sigue siendo el punto menos fuerte (que no malo) de muchas salas. Aún sabiendo que no es nada fácil, aunque realices un magnífico trabajo explicando el funcionamiento de la sala, que la persona que te recibe y te cobra al principio sea la misma que acto seguido te hace la inmersión en el juego, sigue sin funcionar del todo en nuestra humilde opinión.
ATREZZO/DECORADO:
Merecen 5 PUNTICLIS.
Una vez metidos en situación, lo anterior se te pasa cuando "comienzas la misión". Detalles cuidados y todo donde debe estar y de la manera en la que debe estar, para darle al juego la cantidad justa de "me creo donde estoy y lo que he venido a hacer".
JUGABILIDAD:
Finalizan con otros merecidos 4 PUNTICLIS.
Aquí se constata, después de nuestras (pocas) experiencias por estas latitudes, lo que muchos de vosotros ya sabréis:
Las salas por aquí por el Norte igual tienen enigmas no tan complicados (aunque tan claro como el caldo de un asilo que esto es relativo), pero de lo que no cabe duda, es de que los tienen en muuuuucha mayor cantidad. Eso puede influir en el hecho de que, siendo tres, echaras de menos en varios momentos un par de manos (y de ojos) extra. A esto hay que añadir alguna pequeña incoherencia al decirnos que todo tenía un solo uso, cuando algo hay que realmente necesitas dos veces, pero vamos, sin mayor problema. Y se compensa con el inicio del juego, donde ya has empezado a averiguar cosas pero el tiempo no empieza hasta un momento concreto. Lo sabréis cuando juguéis.
En definitiva, un soplo de aire fresco en temática, que se sale de la vorágine del miedo y terror por la que nos ha dado a todos, bien cuidada y muy, muy disfrutable.
No queríamos acabar esta vuestra review sin antes dedicarla al equipazo de Password Room Escape (si pasáis por la ciudad de La Virgen Blanca, no dudéis en visitarles), a La Espía que me Amó (pero sólo porque yo quise), a los Piticlers con flema británica de Forum, Theatre & Education (siempre dispuestos a acompañarnos en nuestro vicio favorito) y al Vendedor de Artículos de Coña en Top Secret.
Nos vemos en la próxima sala, Piticlers!