CLAUSTROPHOBIA VALENCIA
Tierra, Piticlers! Sed bienvenidos en esta nueva travesía, donde La Fuga de Piticli Sección Infantil volvió a triunfar pasándoselo teta en esta cucada de sala de Claustrophobia Valencia, hecha para deportistas 😅 y de las de disfrutar despacito, suave suavecito. Así que sin más dilación aprovechemos la marea, mirad por el catalejo y no naufraguéis, que vamos con nuestros habituales parámetros.
TRATO:
Desplegamos la vela mayor con 4 PUNTICLIS.
Algo que nos ha gustado siempre de Claustrophobia Valencia, y que les pone por encima de otras salas similares, es el buen trato y recepción que han tenido siempre con nosotros en todas nuestras visitas, tanto como grupo como individualmente. Desde los contactos previos hasta el post-juego, pasando por la recepción, siempre han “perdido” esos momentos tan valorables de hacer sentir al cliente en un espacio cómodo y más que correcto. Gestos que no podemos más que agradecer.
AMBIENTACIÓN:
Divisamos tierra con 3 PUNTICLIS.
Últimamente nos estamos malacostumbrando (tampoco es malo, entendednos, a nadie le amarga un dulce) a inmersiones más o menos espectaculares desde el minuto cero; aquí, como con el resto de sus salas, aprueban con una inmersión y puesta en escena correctas, pero que consiguen su propósito, el que el grupo entre en situación y vaya más preparado para meterse en harina.
ATREZZO/DECORADO:
Nos colamos hasta la cocina con 5 PUNTICLIS.
Aquí es donde la sala se lleva la palma. Una vez dentro, entiendes la recomendación de ir con ropa cómoda y zapatillas, por la escala a la que está todo. Tienes que estar en más o menos buena forma física o, en nuestro caso, ir con preadolescentes que se muevan más que un perro chico, para sacar partido a todas las subidas, bajadas, escaladas e “incursiones” que tienes que llevar a cabo, todo eso con unos decorados muy cucos y acordes con la historia, de los que hacen que quieras que el tiempo no pase, mientras tienes la misma expresión en la cara que una liebre cuando la enfocas con los faros del coche.
JUGABILIDAD:
Volvemos a casa con 4 PUNTICLIS.
Precisamente esa “fisicidad”, unida a unos enigmas no demasiado complicados hace que no se lleve aquí la máxima nota. Pero no por ello la hace menos disfrutable. No busquéis aquí una sala que suponga un grandísimo reto a vuestras mentes; sacrifica eso en pos del disfrute visual (y, repito, físico) que ofrece.
En definitiva, una sala que podría clasificarse de fácil, pero que insistimos que no por ello es menos disfrutable. Si como nosotros, aparte de los enigmas en sí, sois amantes de esas salas en las que no te importa perder tiempo disfrutando de las vistas y de cómo se mueve esto o aquello, lo pasaréis en grande.
No podíamos acabar esta vuestra review sin antes dedicarla al equipo de Claustrophobia Valencia por su buen hacer, al Sr. Swift por este viaje de ácido que propicia estas cosillas, a André el Gigante porque siempre acompañará a la Princesa, Prometida o no y a James Dean; él sí que era gigante.
Hasta pronto, Piticlers!!