SABOTAJE ESCAPE ROOM
¡Atención, Piticlers!
Hoy visitamos un lugar mágico, precedido por su fama que otros compañeros nos adelantaron antes de posar nuestras alitas, y la experiencia no ha podido ser más satisfactoria.
Pero no adelantemos acontecimientos. Ya que la misión que hoy tenemos entre manos es más laboriosa que preparar un flambeado de Moe: Hemos de encontrar al mítico Homer Simpson, quien ha desaparecido sin dejar ningún rastro. Contratados por el mismísimo agente C. Wiggun trataremos de encontrarlo sano y salvo, antes de que sea demasiado tarde; Así que coged vuestro tirachinas, monopatín (o monorraíl en su defecto), y corred al sofá que la review va a empezar:
TRATO:
Os traigo amoooor en forma de 5 PUNTICLIS.
Como si nos conociéramos de toda la vida, los chicos de Sabotaje Escape Room, nos hicieron sentir más a gusto que la Cosa en una reunión de la logia de los canteros. Sensación que se mantuvo de principio a fin, con una postcharla de las que gustan, sin prisas y con tiempo para comentar la moviola y entresijos de la sala.
AMBIENTACIÓN:
Mira que intuíamos que la ambientación de esta sala iba ser buena, pero no por ello dejó de sorprendernos. Ya desde la introducción, pasando por el sistema de pistas, las diferentes estancias... Te sientes dentro de Springfield, y no sales en ningún momento. Un claro ejemplo de cómo hacer las cosas muy bien hechas, que premiamos con la máxima puntuación.
ATREZZO/DECORADO:
Callaos, hipoglucidos, aquí tenéis 5 PUNTICLIS.
Estamos ante otro de los puntos fuertes de la sala, sin duda. Disfrutamos más que Barney Gumble en la October Fest, con tantísimos guiños a esta mitiquísima serie, llegando incluso por momentos a jugar más con el entorno que con el juego de escape en sí. Una auténtica delicia hecha con muy buen gusto.
JUGABILIDAD:
Vámonos con 5 PUNTICLIS. Venga vámonos.
Enlazando con lo anterior, juegos en consonancia tanto con el punto anterior como con la temática, haciendo que todo cobre sentido y que se pueda resolver en sus justos 90 minutazos. Si bien es cierto que, a nosotros en concreto, nos falló un enigma muy vistoso (maldita tecnología), pero el equipo de Sabotaje, supo reconducir la situación sin problema, rodeando el puzzle de forma casi imperceptible, lo cual habla muy bien de la capacidad de adaptación y lo bien hilada y rodada que está la sala.
En resumen, una delicia para todo jugador, parada obligatoria en Elche, que lejos de bajar el nivel, cada vez que bajamos, vemos más a gusto que Rasca y Pica en un cuadrilátero de MMA, que no para de subir y subir.
No podemos dejar de dedicar esta vuestra review a Sabotaje Escape Room (gracias por ser tan majetes. Deseando volver a visitaros en futuras aventuras), a Troy McClure, por recordarlo de tantas circunstancias, a Spider cerdo, al pez de tres ojos, y a tantas mitiquísimas canciones que nos ha aportado esta serie.
¡Hasta la próxima, Piticlers!