TECUM Escape Games
¡Bon apetit, Piticlers!
Volvemos a compartir mesa y mantel con todes vosotres para traeros una nueva y exquisita experiencia Tester, esta vez de la mano del buen gusto de Tecum Game, viejos conocidos de muchos de vosotros con interesantes propuestas (El Secreto de Lei Tsu y Crimen en Velluters, que no por alejarse de lo que es un escape room “convencional” son experiencias menos disfrutables), a los que ya teníamos ganas de volver a visitar, y que han preparado un ágape que da una vuelta de tuerca a este tipo de experiencias.
Como viene siendo habitual en nuestras reviews modo Tester no calificaremos según los parámetros Piticlers, ni ubicaremos la sala en nuestro humilde ranking, pero por supuesto, no por ello vamos a dejar de hacernos eco de un juego de esta índole que a buen seguro sorprenderá a más de un paladar.
Nos gustaría empezar diciendo que nunca nos cansaremos de decir lo afortunados que somos, aquí en La Fuga de Piticli, por todas la experiencias vividas y por toda la buena gente con la que hemos tenido (y mantenemos) contacto, como es el caso de Tecum Game, donde Paloma y el resto del equipo nos hacen sentir como en nuestro nido Piticli, más a gusto que en brazos.
Ya entrando en el juego en sí, dejar bien claro que no es un escape room, para que nadie se lleve a engaño; se podría definir como un “food quest”, un juego en el que no tienes que escapar, pero sí has de conseguir resolver un misterio sirviéndote sobre todo del sentido del gusto. Dicho misterio se te va presentando poco a poco, como una suerte de un ligero y distinguido menú de degustación, en el que el equipo ha de estar muy atento a todos los sabores que se van sucediendo, porque llegado el final todo es importante.
Destacar el buen gusto y el estilo a la hora de presentar cada enigma con su parte de degustación por parte del equipo de Tecum, así como el cuidado que han tenido en que todo siga unas medidas de higiene, alérgenos y desinfección ejemplares.
En las reviews modo tester, como ya hemos explicado, no nos gusta calificar con nota, pero sí con una palabra que represente o englobe nuestra experiencia en esta sala; y la palabra elegida en esta ocasión, es MANJAR.
Aparte de lo obvio, que es que siempre es una delicia sensorial completa el volver a Tecum, nos parece un término más que apropiado (de hecho, lo tienen hasta en el nombre del juego), ya que cada parte de la pequeña degustación de las que se componen los diferentes enigmas son un manjar en sí mismas, añadiendo un plus a este tipo de juegos de misterio como pocas veces hemos visto, al menos de esta manera.
En definitiva, una experiencia sensorial (que no un escape room) exquisita en todos los sentidos y muy recomendable para los que buscáis nuevas maneras de abordar este tipo de retos. No os arrepentiréis.
No queremos despedir esta vuestra review sin antes dedicar y agradecer a Paloma, Celia y todo el equipazo detrás de Tecum Game, por contar con nosotros y por la valentía de reinventarse y probar cosas nuevas en estos tiempos, a los que levantáis el meñique aunque bebáis en vaso de plástico, a los agentes de aduanas que se quedan con todo el jamón cuando viajamos al extranjero y a las croquetas de mi madre. Y a las de la tuya. Y la tuya.
¡Hasta la próxima, Piticlers!