MYSTERY ROOMS VALENCIA
Saludos, Piticlers espaciales!
Esperamos que llevéis suficiente reserva de oxígeno y vuestro traje bien sellado, porque hoy os traemos la review de la genial aventurilla que supuso para nosotros visitar de nuevo, casi un año después, a nuestros amigos de Mystery Rooms y su nueva sala NASA: Misión Omega. Lo pasamos mejor que Ripley en un cuarto oscuro, y eso pasamos a relataros. Que empiece la cuenta atrás para la ignición!
TRATO:
Reciben 5 PUNTICLIS.
Como siempre, una atención impecable, tanto en el antes como en el después (tuvieron a bien estar un rato de su tiempo contándonos los entresijos de la sala), así como en el “saber estar” a la hora de atendernos dentro del juego, con el tema de las pistas. Nos sentíamos como Pedro Duque en su nuevo despacho (Lo sigue teniendo...?).
AMBIENTACIÓN:
Se llevan 3 PUNTICLIS.
Por ponerle un ligerísimo “pero”, pondremos el que siempre solemos comentar: Somos conscientes de que no es fácil, pero sobre todo cuando acabas salas tan completas como pueda ser ésta, echas de menos que te pusieran en situación con algo más que una presentación y un vídeo. Por mucho que al tema le pegue.
ATREZZO/DECORADO:
A la saca con 5 PUNTICLIS.
Todo muy acorde con la temática de la sala, diferentes niveles y, sobre todo, con mucho gusto a la hora de los detalles o de cómo y dónde están situados. No tenemos nada en contra de las salas que promueven juegos o mecanismos montados en serie por ellas mismas o por empresas que se dedican a montar el mismo juego aquí o allí. Para nada. Si el juego está chulo, está chulo y punto... Pero siempre será para nosotros motivo de mención el que la sala esté hecha “a mano”, por el mérito que eso conlleva. Se llevan la máxima puntuación, y “nuestros Dieses”.
JUGABILIDAD:
Merecen 5 PUNTICLIS.
Todo cuadra. Número adecuado de enigmas, de diferentes tipos entre ellos, capacidad para resolverlos bien lineal, bien aleatoriamente, y todo acorde y muy bien integrado en la temática y atrezzo de la sala.
Nosotros, salimos con un buen tiempo, lo que hizo que volvamos a estar, de nuevo, en el muro de la fama que atesora el ranking de equipos de Mystery Rooms.
Para no alargarnos, una sala muy pero que muy recomendable, alejada de la temática miedo/fantasmas/terror (lo cual es de agradecer) que parece que viene siendo la tónica últimamente, con un sabor a “hecho (muy bien) a mano y con cariño” que siempre es de agradecer.
No queríamos despedirnos sin dedicar ésta vuestra review al equipo de Mystery Rooms Valencia, que son más grandes que el Apolo XI, a Julio Verne primero y a Meliès después, por hacernos soñar con la Luna y lo que hay más allá, a los Estados Unidos de América por salvarnos no una, sino chorrocientas veces de los extraterrestres y a la peli The Arrival, de lo mejorcito que hay en el cine de marcianitos.
Que tengáis una larga y próspera vida, Piticlers!