CRONOS
¡Descansen, Piticlers!
Hemos llegado sanos y salvos de nuestro (pen)último viaje temporal como agentes de la Corporación Cronos con la sensación de que efectivamente no es tan transparente como en un principio pensábamos, pero eso será algo que no se solucione hasta más adelante (ya llegaremos a ello en nuestra siguiente review), mientras tanto, presentamos el reporte de nuestra misión en El Corredor de la Muerte, que nunca tuvo un nombre más acertado. Así que apretad bien los barrotes de la celda, pedid vuestra última cena y vamos con nuestros condenados parámetros.
TRATO:
Se os ordena desnudaros, cogéis el mono de presidiario, la toalla y 5 PUNTICLIS.
Cronos siempre ha sido, y siempre será, uno de esos escapes en los que te sientes como en casa. Si tu casa fuera una sala de escape donde vivir aventuras. Ojalá... Pero como no lo es, pues es lo más parecido. Y bien a gusto que estamos. Más que en tu propia casa, a ciertas horas.
AMBIENTACIÓN:
Tocas un poco la harmónica mientras esperas a que se apaguen las luces a las 3 PUNTICLIS.
El que, a nuestro parecer, pueda ser el punto menos bueno de esta sala. Siendo una puesta en situación correcta y que cumple con creces el presentarte lo que vas ver y a hacer, nos da la sensación, igual porque es sala nuevecita, que se podría esperar un poco más de innovación, o incluso acting, en la presentación y con la (mucha) información que recibes en ella. Aun así, como decimos, cumple bien su función.
ATREZZO/DECORADO:
Esperas al cambio de guardia, cuando se cumplan 5 PUNTICLIS.
Otro punto fuerte de Cronos Valencia, marca de la casa, es lo bien conseguidos que están sus juegos. Todo cuidadísimo para realmente notar que estás dentro de la aventura de turno, además de ser muy duchos en esto de “decorados funcionales”, es decir, que hasta lo que no se toca, entra en el juego de una manera o de otra. Más detalles que el Halcón Milenario.
JUGABILIDAD:
Te alejas de la prisión, sonriendo, mientras escuchas la sirena a 4 PUNTICLIS de distancia.
Si normalmente solemos hilar mucho este apartado con el anterior, aquí con más razón, porque todos los enigmas (incluso los que igual no entendimos del todo su función en el juego, más allá de darle un mayor reto) están más que integrados en lo que ves, teniendo que interactuar de maneras que no son muy comunes. Y necesitando la interacción, e incluso el roleo, de todo el equipo.
En definitiva, un juego imperdible de una de las salas referentes en el Levante escapista, y más allá. Que os condenen a jugarla, pero ya.
No podemos despedirnos sin antes agradecer y dedicar al equipo de Cronos Valencia por su saber hacer, a la bibliotecaria que dejó pasar a Lee Harvey Oswald, a todos los que en el asesinato de Kennedy vieron como plausible la teoría de la bala mágica (buscadlo, os vais a jartar de reír) y a los que os preguntáis si las células madre tienen madre.
¡Hasta la próxima, Piticlers!