Saludos y bienvenidos, Piticlers!
Pasad, dejad vuestro equipaje en recepción, tocad el timbre de mesa y esperad a que alguno de nosotros lleguemos a acomodaros y a contaros cómo La Fuga de Piticli, División Theatre & Friends (muy acostumbrada a esto de los hoteles, por otra parte), se desenvolvió a la perfección (con algún sobresalto que otro) en nuestra aventura madrileña de La Habitación de Nanako, de Escape College Madrid. Coged vuestra llave de la habitación, la clave del WiFi, no me robéis las toallas ni el gorrito de ducha y vamos a por nuestros clásicos parámetros.
TRATO:
Nos reciben con unos grandes 4 PUNTICLIS.
Muy bien recibidos por parte de su Game Master, en todo momento muy atenta y afable y que se desvivió por intentar solventar un pequeño contratiempo del que luego hablaremos, no tuvieron ningún problema en que empezáramos antes de la hora reservada, ya que lo tenían todo dispuesto y tuvimos un rato post-juego hablando de cómo había sido el juego, de sus otras salas y otras por el estilo en la ciudad.
AMBIENTACIÓN:
Se quedan con 2 PUNTICLIS.
Se nota que la sala ya tiene su tiempo (unos tres- cuatro años) y que ahora estamos acostumbrados a una inmersión más completa desde el principio, con ayuda de algún tipo de soporte audiovisual, que no hubo de ningún tipo, y que en este caso le habría ido muy bien al cáriz de la sala. Si a eso le sumamos que cuando vamos la División Theatre & Friends siempre especificamos que la sala tiene que ser en inglés, cosa que nos encontramos que no fue así al llegar (repetimos que la game master hizo todo lo que estuvo en su mano, no sabemos si es que no llegó la información o qué pasó...), la ambientación se redujo a una hoja de papel en inglés donde estaban las normas y una pequeña explicación de la sala. Un poco como cuando te invitan a subir a casa a tomarte un café, te vas quitando los pantalones... y es para un café de verdad.
ATREZZO/DECORADO:
Recogen unos buenos 4 PUNTICLIS.
Aun repitiendo lo de “la madurez de la sala”, y que ahora mismo igual nos podemos encontrar con temáticas similares hechas de otra manera, consideramos que el ambiente aquí sí que está logrado y logra meterte en el juego todo lo que el punto anterior no ha conseguido. Si no se lleva la máxima puntuación es por ciertos elementos de atrezzo a los que acompaña el cartelito de “no tocar”. Entendemos que los jugadores muchas veces no somos todo lo considerados que deberíamos con los elementos en estos juegos, pero debería haber mejores modos de evitarlo que un “NO TOCAR” o un “NO PASAR DE LA CADENA”.
JUGABILIDAD:
Finalizamos nuestra estancia con otros merecidos 4 PUNTICLIS.
Enigmas y acertijos utilizando elementos que encontrarías en un hotel, diferentes entre sí, y que permite a los jugadores aportar su granito de arena. De nuevo, si no se llevan la máxima puntuación es por incluir (aquí sí) elementos audiovisuales o electrónicos que el jugador tiene que configurar por sí mismo antes de utilizarlos, lo cual entendemos que muchas veces puede dar a errores en el uso y pérdidas de tiempo ajenas al juego en sí.
En definitiva, una sala que puede que no ofrezca lo último de lo último, pero sí un conjunto muy disfrutable en pleno centro de Madrid y con una temática que no se prodiga demasiado en la capital.
No queríamos despedir ésta vuestra review sin antes dedicarla a College Escape Madrid (gracias por la experiencia y el trato), a los Piticlers venidos de La Gran Bretaña, que engrosan nuestra división Theatre & Friends, por estar siempre dispuestísimos a escapar con nosotros (igual que ellos quisieran escapar del Brexit), a la ya olvidada Carta de Ajuste, que era lo único que impedía que japonesas melenudas saliesen de la televisión y a los bocadillos de calamares de Madrid.
Hasta la próxima, Piticlers!!