NOTA:


¡FIRE IN THE HOLE! Muy buenas, Piticlers de bien.  

Aquí venimos con otra parada Alcoyana en nuestra rutilla estival, visitando Candalcoy y su Misterio de Agatha, donde pasamos uno de los ratejos más agradables de los últimos meses jugando, hablando y en definitiva, disfrutando. Así que sin más dilación, poneos el casco de obra junto con la lupa de detective, la linterna ultravioleta con las botas de seguridad, que procedemos a contaros esta aventurilla con nuestros clásicos parámetros. 

 

TRATO: 

Revisamos el permiso de obra con 5 PUNTICLIS. 

Lo sabemos. Somos muy conscientes de que con este tema somos más pesados que la p***a de un novio, pero es que consideramos tan importante un buen trato por parte de los dueños/GMs... Y en este caso, no podemos más que agradecer el detalle constante que Iván, padre de esta cosita que es Candalcoy, tuvo con nosotros desde semanas antes de nuestra visita, con los contactos previos vía mail o teléfono, todo facilidades, recomendaciones para movernos por la ciudad... Recibimiento y charla post-juego... Incluso luego se vino con nosotros de aventurillas a por un Geocaché. Todo un lujo que no puede más que llevarse la máxima puntuación. 

 

AMBIENTACIÓN: 

Colocamos la carga de demolición con 3 PUNTICLIS. 

Se llevan el aprobado con una puesta en escena e inmersión correctas. Cierto es que a todos nos gustan inmersiones espectaculares desde el minuto cero, soportes audiovisuales dignos de “jolibú”... Claro que sí, la policía no es tonta. No decimos que no sea mejorable, claro que lo es, como todo. Pero es una sala muy joven y estamos seguros que tanto en este punto como en el siguiente irán incorporando facetas que hagan de una experiencia buena de por sí, algo incluso mejor. 

 

ATREZZO/DECORADO: 

Abrimos el armario de los 3 PUNTICLIS. 

Como decíamos en el punto anterior, todo es susceptible de mejora. Pero queremos ser coherentes y dada la naturaleza y la ambientación del juego, por supuesto que aquí El Misterio de Agatha también aprueba. Nada anacrónico ni fuera de lugar, todo bien engarzado en la historia y para la historia... Pocos “peros” sacamos aquí, salvo que quizás (y es un “pero” pequeño) y aunque repetimos que es necesario en base a la historia del juego, tienes demasiado vívida la sensación de estar en la casa de tu abuela en el pueblo. 

 

JUGABILIDAD: 

Paramos el desahucio con 5 PUNTICLIS. 

Tamaño de sala justo para que un equipo de 4-5 personas se mueva sin dificultad, disfrutando del juego y de las múltiples facetas que ofrece, diversidad de enigmas a resolver, todos guardando relación con la trama del asunto y una misión secundaria que, quizás necesite ser introducida de otra manera, pero que ofrece un atractivo más a un conjunto de lo más disfrutable para todos los jugadores. Teníamos más claro que el caldo de un asilo que aquí se llevaba la máxima puntuación. 

 

En definitiva, no sólo de grandes salas en grandes ciudades vive el escapista en general y el Piticli en particular. Cosita de lo más disfrutable y amena que guarda todo el sabor clásico de las salas de escape y hará que paséis un rato de lo más entretenido. Más que recomendable. 

 

No queríamos acabar esta vuestra review sin antes dedicarla a Iván de Cancalcoy (gracias por todo, y toda la suerte del mundo), al Señor Nobel, por inventar la dinamita (y por otra cosa que ahora no recuerdo...), al Capità Moro de las fiestas de Alcoy, aunque no salió a recibirnos y a los esqueletos en los armarios. 

 

Un saludo, Piticlers!