MOMENT ESCAPE
Hola a todos, Piticlers de bien, gracias por acompañarnos en esta hora (no tan) aciaga y presentar vuestros respetos, que pondremos junto a nuestra admiración, después de visitar una de las salas que más nos han sorprendido (para bien, por si había alguna duda) últimamente.
Estamos hablando de La Herencia del Panteón, un juego que te deja los ojos como los de una liebre cuando la alumbras con los faros del coche por la noche, que viene de la calenturienta mente del equipo de Moment Escape, recién instalados en Valencia pero ya con experiencia en el sector y que en los próximos meses tienen ya casi finiquitadas dos nuevas experiencias que van a dar mucho que hablar dentro de este mundillo que tanto nos gusta. Como ya es costumbre en nuestras reviews modo Tester no utilizaremos nuestros queridos/odiados parámetros, la cual cosa no significa que no haya mucho que comentar y rascar de un juego que toma una “dimensión”, nunca mejor dicho, como hemos visto pocas veces.
Ya nada más acercarte al local, te vas haciendo una idea de lo que pueden tener montado ahí dentro, cosa que se confirmará más tarde al entrar y durante el propio juego. La recepción (por llamarla de alguna manera 😋) ya te dice que se pretende conseguir desde el minuto cero que sepas a lo que has venido, y que te pongas a ello, consiguiendo que estéis a tono para empezar el juego. La ambientación de la aventura en sí no puede estar más en consonancia con lo que esperas y, una vez metidos en harina, te das cuenta de que “no han reparado en gastos”, como solía repetir John Hammond en Parque Jurásico, para que la inmersión y la propia sala sean un miembro más del equipo. No diremos mucho más para que disfrutéis igual que nosotros, pero en nuestra opinión si esta sala tiene un punto fuerte (sin desmerecer ninguno de sus otros muchos atributos), es precisamente este. Hablando en la charla post-juego con Guillermo, alma y corazón de Moment Escape y mientras nos contaba cómo habían hecho esto o aquello, o de dónde habían sacado ciertos elementos de atrezzo (y funcionales) de la sala, corroborábamos nuestra impresión inicial, que han querido primar la experiencia y el disfrute en la sala en sí por encima del juego. No nos entendáis mal, la jugabilidad y la calidad de los enigmas y acertijos está más que demostrada, aparte de perfectamente integrada en la sala y la historia que te cuenta, pero quizás algunos jugadores echen de menos algo más de cantidad y variedad en los puzles que se presentan, todo y que el nivel de dificultad no puede ser considerado “fácil”.
Como ya sabréis los que os pasáis de cuando en vez por nuestro (vuestro) nido, en las reviews tipo tester nos gusta calificar con una palabra que represente lo vivido por el equipo en la sala al momento de jugarla, y pensamos que en esta ocasión la palabra sería ENVOLVENTE.
Hemos elegido esta palabra por la sencilla razón que es como nos sentimos durante toda la experiencia, envueltos totalmente por una sala que como ya hemos dicho es un protagonista activo, un miembro más. Te descubres totalmente inmerso en la experiencia que te están haciendo vivir, tanto por la ambientación como por las dimensiones, disposición y atrezzo de la sala; la sensación de estar en un panteón que bien podría estar en el cementerio de tu localidad te envuelve como pocas veces habíamos sentido...
Este factor unido a lo bien envueltos/tratados que nos sentimos por parte del Game master, logra ser un conjunto la mar de disfrutable al que además, nos consta, que ya están trabajando en implementar aun nuevas cosas.
No queríamos acabar esta review sin agradecer a Moment Escape, y en especial a Guillermo (gracias por salas así, y por ser así), a los que en los entierros parece que estén de boda, a los probadores de ataúdes y al Enterrador, con mayúsculas, el que (todavía) pega palizas en la WWF.
¡Hasta la próxima, Piticlers!